Es esencial para proteger la piel de agentes externos como bacterias, virus y rayos UV. Sin embargo, con el paso del tiempo, nuestra piel pierde elasticidad y se vuelve más propensa a problemas como arrugas, manchas y acné. Es por eso que es importante cuidar nuestra piel de manera adecuada, a través de una buena limpieza facial.

• Desmaquillado profundo, con agua miscelar, repasando cada línea de exrpresión.
• Limpieza de rostro con leche, balsamo, gel o crema limpiadora.
• Aplicación de mascarilla acorde al tipo de piel para preparar la apertura de los poros.
• Aplicación de tónico facial calmante.

Exfoliar regularmente el rostro es importante para contar con una piel saludable y de aspecto joven. Algunos beneficios:

• Iguala el tono y mejora la textura de la piel, gracias a la renovación celular, la reducción del número de células hiperpigmentadas y de manchas.
• Contribuye a la densidad, elasticidad y firmeza de la piel al estimular la síntesis de colágeno, elastina y ácido hialurónico.
• Reduce la aparición de acné, y evita la acumulación de sebo.
• Prepara a la piel para la absorción de  ampollas, los sérums o cremas.

Contamos con 3 métodos de exfoliación:

• Exfoliación mécanica: Mediante aplicación de crema con microgranulos naturales provenientes de la oliva, el bambú y/o la sal marina.
• Exfoliación química: Mediante aplicación de gel o crema con agentes activos exfoliantes como el ácido glicólico, acido salicílico o ácido kójico.
• Exfoliación enzimática: Mediante la aplicación de gel o crema con agentes exfoliantes enzimáticos provenientes de la papaya, la piña, la calabaza o la granada. (Especialmente indicado para pieles sensibles)