En reflexología, la presión se aplica a puntos reflejos específicos del pie. Estos puntos corresponden a órganos y zonas del cuerpo. El tratamiento induce una respuesta curativa, incluso aliviando algunas dolencias.
La reflexología es uno de los tipos de masaje más populares . Más allá de los efectos del tratamiento para sentirse bien, la práctica y el propósito van más allá de la piel y los músculos. Amasar la bola suave y carnosa del pie, tirar de los dedos, trazar alrededor del talón y empujar profundamente en el arco son solo algunos de los movimientos que experimentará durante un tratamiento.
Pero, ¿para qué sirve todo eso? Bueno, hay un método para el tratamiento, y todo gira en torno a las áreas trazadas de su pie.
La imagen de la izquierda es un ejemplo de un gráfico o mapa de reflexología podal. Muestra qué parte del pie se conecta a cada órgano o área del cuerpo.
Un reflexólogo utilizará un diagrama como este durante la sesión. Los reflexólogos a veces también trabajan en las manos o las orejas para provocar la relajación, pero la reflexología podal es el tratamiento más común.
Como puede ver, hay un lugar en el mapa para cada órgano o sistema del cuerpo. Un reflexólogo puede tratar partes específicas de su cuerpo al enfocarse en esa área del pie.
La reflexología puede abordar cualquier cosa, desde dolores de cabeza hasta problemas de sinusitis y problemas estomacales. Si se experimenta sensibilidad cuando se estimula un área, generalmente indica debilidades corporales o desequilibrios dentro del órgano correspondiente.
Con presión repetida y manipulación de las terminaciones nerviosas, la reflexología puede ayudar a despejar cualquier canal de energía bloqueado. Se dice que lo hace moviendo el flujo de sangre, nutrientes e impulsos nerviosos. En última instancia, esto mejora la salud y el equilibrio en general.
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